El refranero español dice que es de bien nacido, ser agradecido. A mi ya no me quedan palabras ni formas de agradecerle al universo la inmensa suerte que tengo y el regalazo que es vivir con el pensamiento constante de que a mi me ha tocado la lotería de la vida. En todo: mi familia, mis amigues, mi trabajo. Se me llena la boca de amor cada vez que lo pienso.

Una de las cosas más bonitas que me ha pasado tras la pandemia es haber conocido a Bea, la mujer detrás de Olvido Madrid: una marca de bolsos y accesorios artesanales hechos con todo el amor del mundo.

Nuestra relación empezó siendo laboral pero ha terminado siendo de lo más personal, siendo Bea, hoy en día, una de las mejores amigas que he tenido jamás. Siempre le digo que trabajar con ella, para mi no es trabajar. Es un inmenso placer. El combo creativo que hacemos cada vez que nos juntamos con Esther – nuestra también amiga y modelo por excelencia- hace que surja algo en mi que he empezado a calificar de mágico. La complicidad, la comodidad, y la belleza de lo que Bea me pone delante hacen que siempre me vaya a mi casa con la sensación de que acabo de hacer las fotos más bonitas de mi carrera.

¿Y qué hay mejor que que tus amigas te hagan sentir eso? Yo creo que nada.

Aquí os comparto algunas de las fotos que he hecho para Olvido Madrid en el último año.

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