Se han cumplido dos años desde el primer retiro de Less and Conscious. Creo que he necesitado todo este tiempo para poder poner en palabras lo que es y, sobre todo, lo que significa para mi.

Que yo empezara a ser la fotógrafa de este tipo de experiencias fue casualidad. Una muy bonita del destino en un momento en el que yo más necesitaba algo así. Contar lo que sucede en este tipo de experiencias no es fácil porque es muy personal. Cada una de las mujeres que asiste lleva su mochila de ropa y de circunstancias. Muchas de ellas se regalan un retiro como expresión máxima de autocuidado y desde un lugar mental de necesidad: Necesito priorizarme a mi. Escucharme a mi. Vivir desde mi. Mimarme a mi.

Son ya cinco experiencias en diferentes casas en distintos lugares de España y cinco las veces en las que he podido inmortalizar lo que sucede, siempre desde la distancia de quien sólo observa, y desde el respeto a las mujeres que se hacen este regalo tan íntimo.

Para mi, formar parte de esto de esta manera, también ha sido autocuidado y también ha sido un regalo por el que estaré siempre eternamente agradecida a María, que me cogió la mano y me llevó con ella.  A través de estos retiros yo también he hecho un camino hacia delante y he evolucionado en lo personal sin que fuera esa la intención. Pero ya ves: la vida siempre con sus sorpresas.

Hoy he querido hacer este post y juntar en él algunas de las fotos que más me gustan para que este sentimiento nunca se me olvide. Recordar de alguna manera que esto existió y me cambió a mejor.

 

 

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