Dicen que en los tiempos que corren ya nadie lee y yo he decidido empezar un blog.
Siempre he sido una late adopter. De la vida en general también.
Pero las ganas de contar cosas me han llegado ahora y busco un lugar en el que
ponerlas, qué le voy a hacer.
Con el tiempo y la experiencia he aprendido lo importante que es tener un espacio
para cada cosa. En tu casa, en tu trabajo, en tu cabeza, y también en tu corazón.
Las cosas que pienso y quería compartir no las podía meter en ninguna caja, ni en
ningún armario. Tampoco podían quedarse mucho más tiempo dentro de mi corazón
porque se me están acumulando y ya no caben más.
Y producto de todo eso, es este espacio sin paredes que en realidad es pequeño y es
mío.
No os asustéis, que no voy a abrumaros con demasiado texto. Sobre todo serán fotos,
proyectos, pensamientos, y en definitiva, todas esas pequeñas cosas de las que está
hecha mi vida.
Quería un espacio que hablara más de mí, de todas las cosas que siento que soy, y en
el que todo tuviera cabida. Durante un tiempo he creído que ese espacio era
Instagram pero hace tiempo que dejó de ser un sitio en el que me sentía 100% yo
misma. Es curioso, me ha pasado con una red social algo muy parecido a lo que me
pasa muchas veces en las relaciones: Eres de determinada forma tanto tiempo que
eres incapaz de ser diferente, aunque lo intentes.
Supongo que una parte de mí ha roto con Instagram, y ahora me he echado un nuevo
novio llamado WordPress con el que volver a empezar ; que está sin estrenar.
Será justo como yo quiera que sea hoy, y mañana, ya veremos.
Espero que os guste lo que aquí vais a encontrar.
Espero ser cuidadosa y buena con mi nuevo espacio. Sobre todo, espero ser constante.
Ojalá os quedéis.